miércoles, 12 de junio de 2013

Vamos a contar mentiras


Parafraseando el espacio con el mismo título que el periodista Antón Baldomir nos ofrece cada semana en la web Axogada.com; quiero abrir así este primer artículo de un blog que a partir de ya se convertirá en mi otro “ego” (el primero lo tengo a rebosar) y en el que lanzaréforibundos ataques o laureados elogios a diestro y siniestro, según me plazca y para gusto o disgusto de quien se atreva no ya a leerlos si no a releerlos, ya queaviso para navegantes, darán que leer y que hablar también. Además este deportista y aficionado a mezclar letras os dejará en el blog todas aquellas locuras que se le vayan ocurriendo y todas las que rebuscando en la red de  redes pudiesen caer en mis manos cada dia, semana, mes o año, ya que la periodicidad de las entradas en el blog será también la que me venga en gana. Así pues… vamos a contar mentiras…
La gran mentira: La que nos cuentan el 99% de los directivos, entrenadores, padres, etcetc del mundo del fútbol base, cuando se llenan la boca con la frase más cínicamente manoseada del universo fútbolbase, “lo más importante son los niños”….

Comencé a ver fútbol de base hace ya un montón de años y por aquél entonces, todavía quedaba alguno que decía lo que sentía y altruistamente se dejaba la vida por cada chaval en cada entreno, en cada partido o en cada gestión para su club. Hoy es verdad que algunos también altruistamente (en lo que a la moneda se refiere) todavía lo siguen haciendo, si bien ya no cuentan la verdad, o al menos no toda la verdad, según los casos.
No conozco a más de dos o tres entrenadores que sean capaces de sacrificar su ego personal, su prestigio y sus ganas de ganar a toda costa, por la simple enseñanza de un gesto técnico  o la progresión de un jugador por encima del resultado del equipo.
El ansia por competir y ganar cuanto antes no da tregua y la mayoría se encuentran inmersos en una espiral que lleva a entrenadores y clubes a formar equipos ganadores ya desde prebenjamines y buscar ascensos de categoría sea cual sea el camino para conseguirlo.
La competitividad incluso en los torneos amistosos es máxima por alcanzar el éxito y solo se premia al ganador. Así no veo nada malo en que un niño en edad benjamín quiera competir y ganar, el mismo juego incita a ello y el niño debe tener ese afán de mejora en todo lo que hagapara progresar. El problema no es el niño y si lo son los que le rodean. Todos y digo todos, quieren ganar, ganar y ganar.
Por cada entrenador que veo corregir un gesto o una posición, veo diez, a grito pelao recriminando al malo y aplaudiendo al bueno que marca goles como churros. Por cada directivo que me comenta que en su escuela primero se aprende el abc y luego se intenta ganar sin perder el norte; conozco a docenas que se preocupan cada temporada de fichar a los mejores y descartar a los más torpes para así tener el mejor equipo y ganar liga, copa y la champions de biberones. Por cada padre que se interesa por quién y como entrenan a su hijo varias horas semanales, conozco a cientos que desde la cantina critican la táctica del mister, los cambios y hasta se atreven a decir tras la derrota por 12-0 que la culpa fue del árbitro.
En fin…el tema da para seguir contando mentiras, pero será en la próxima entrada donde daremos pelos y señales de alguno que se llena la boca con la manida frase de “lo más importante son los niños”.

@ManelDíaz8


3 comentarios:

  1. Muy interesante, si señor, esto empieza calentito, calentito. Pues nada a por ello, toda la suerte del mundo.

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  2. Neno, eres patético......te fue mal la página, pues te jodes!!!.....dedicate al ballet que el fútbol no es lo tuyo y deja de querer abarcar temas de los que no tienes ni idea !!!......y sobre todo ten cuidadito con tú nariz y con tú boca....PINOCHO COME......!!!!!

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  3. Caray! parece que a alguno le escuece........y he tenido que demostar que no era C3PO para publicar el comentario, este blog mola!!!!

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