Así las cosas y mientras algún futbolista funde copas en Ibiza y su repre se revuelve entre mariscadas y fajos de billetes de un color que todavía desconozco, algunos iluminados se lo curran a base de mercadeo barato y con tal de conservar el ego, juegan con las ilusiones de hasta tantos niños como quepan en un equipo de F8 y se ofrecen como ideólogos de tácticas de tres al cuarto para ganar no se que ligas de no se que competiciones en las que tan solo priman el ganas o pierdes y si empatas ni pa ti ni pa mi. Que coño de campeones, que coño de quedar primeros, que coño de 25-0 y que coño de torneos de biberones para disfrute de los mayores. El chupete es para disfrutarlo y no para sufrirlo después de la pachanga.
A estas horas uno ya no sabe bien si está afectado por el virus de la sensatez o si es que se deja llevar por los vientos de una esencia que día a día se pierde irreversiblement, tanto que ya nada ni nadie parece valorar. La misma que un día hizo que este junta letras se tomara a pecho aquello de que lo más importante son los niños....
P.D.: Para aludidos, el agujero de ozono cada vez es más grande y en nada todos abrasados.