martes, 10 de septiembre de 2013

Mis historias futboleras del antes, ahora y después

De cuando un niño de pocos años comenzaba a dar las primeras patadas a un balón sobre un campo de tierra, de esa época pasada es cuando añoro la verdadera esencia de este deporte al que se juega con dos porterías y un balón.
Ahí está la gran diferencia, ahí es donde el fútbol establece sus orígenes, ahí es donde las calles se estrechan y los campos se agrandan. Ahí es donde el talento se muestra sin buscarlo y donde aparece y reaparece perdido entre la rigidez del sistema.
Ahí donde se parió a Dí Stefano, Pelé o Maradona y donde se creó a CR7, Messi o Neymar..; ahí donde todo nace y todo crece sobre un terreno de juego, ahí es donde se cruzan los caminos y es ahí donde llega la verdadera confusión entre el juego-deporte para niños y el deporte-negocio-espectáculo para adultos.


Cada vez es más difícil que un jugador conserve intacta su ilusión, su imaginación y su talento creativo, cada día podemos ver como un imberbe futbolista de pocos años de vida es aconsejado sobre esto o aquello por padres, managers, técnicos y largo etc de entendidos en el tan de moda "coaching deportivo". Con cinco o seis años entran a formar parte de grandes estructuras de grandes clubes o no tan grandes para trabajar bajo un montón de normas y se acostumbran a competir por el valor de un pequeño trofeo y una foto de campeón.
Los grandes clubes reclutan desde pre-benjamines (primera categoría oficial) y los clubes de base se atreven con la categoría "biberones" (le queda poco para oficial) en lo que se da en llamar pre-deporte, pre-fútbol o actividad educo-deportiva- cultural, pongamos cualquier adjetivo, el caso es reclutar.
Progenitores, familiares, amigos y aficionados se amontonan para azuzar a estos mini-futbolistas, cada partido tiene un valor exagerado, cada gol es celebrado mucho más en la grada que en el campo.
He de reconocer que en algún momento me he visto inmerso en ese mundillo irreal e involucrado directamente en la carrera por el éxito de alguno de esos casos en los que todo el mundo espera que surja la figura de un futbolista que marque las diferencias y por el que todos suspiren en sus inicios.
La realidad es que cada diez años nace un futbolista y gracias de entre toda esta vorágine de movimientos alrededor de un fútbol incipiente en las botas de un renacuajo.
Así las cosas he visto padres alardear día y noche de tal o cual jugada de su hijo, de que si fulanito lo quiere para el Madrid o de que si menganito lo ha visto con buenos ojos para el Barsa, Chelsea, etc; o de que hasta el mismísimo Alex Ferguson lo tiene presente en su mesilla de noche....
Ante tales ofrecimientos alguno hasta se ha atrevido a decir que si todos se quieren llevar a su crack para el futuro..."que vengan que ya hablaremos de pasta".
Así las cosas, surge la gran diferencia y de Messi al crack en ciernes con papá-representante van los cientos de balones recogidos en la cancha potrera por el astro argentino al .... a por el balón que vaya el malo...del crack made in papá. Y así las cosas, pasamos del aval de una servilleta de papel como contrato para el astro argentino a los engaños y falsas esperanzas del repre de turno para el baby-crack de papá con aires de ser superior.
Ahí esta la gran diferencia. El fútbol de hoy es más de grandes marcas de ropa deportiva, de campos sintéticos impecables, de conos, aros y no sé que historias más en los entrenamientos (que los técnicos, algunos me perdonen) de fútbol 7 primero y 8 después; del 4-2-3-1 o del 4-2-2-2 y ya me pierdo; de peinados y tatuajes de los grandes futbolistas (que lo son) y de gimnasios que esculpen cuerpos de futbolistas-atletas.
Los jóvenes se hacen a imagen y semejanza de sus mayores no lo olvidemos. El fútbol de hoy es menos de rebumbios, de campos en cualquier parque, del todos contra todos y todos contra mí; del penalti lo tiro, de pelotas de trapo y de botas que siempre te quedaban o grandes o pequeñas. Ahí está la gran diferencia. Me quedo con el fútbol de antes y los futbolistas también de antes. Lo de hoy me gusta pero menos, soy más de partidillos de calle improvisados que de rígidos entrenos ultra planificados para niños; más de barandilla a pié de campo que de sofá y mando en mano.

El fútbol futuro está por llegar...mañana te lo cuento.


Fotos:
mareometro.blogspot.com
fcbarcelona.es


1 comentario:

  1. Grande Manel, non serás ti un deses cativos de arriba? jeje
    Saudos. Xose Ferreiro

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