lunes, 14 de octubre de 2013

Pagar por jugar

Me cuentan que la crisis y los buenos políticos y gestores que se aprovechan de ella están dejando las instalaciones de La Gándara de la mano de Dios y que a poco que las cosas sigan por estos derroteros, no habrá para luz, agua y gastos corrientes. No voy a entrar en que si el Concello, que si la AFAFE , que si Laureano, que si mengano...seguramente paguen justos por pecadores, el caso es que a nada que alguno se lo proponga y parece que si, las mejores instalaciones para la práctica del fútbol en Ferrol y comarca podrían presentar serios problemas de gestión, autogestión o mala gestión para más señas.

Así las cosas ...
habrá que esperar acontecimientos y confiar en que alguna mente iluminada lleve la cordura a los responsables y no ocurra como siempre lo que todos nos tememos, los jóvenes perjudicados y los gestores despreocupados.

Desde aquí quiero abogar por la vuelta al fútbol callejero. Volvamos a las calles, los parques, los patios de colegio y los campos
de terrones con malas hierbas, que los jóvenes tomen de nuevo las calles y los balones vuelvan a las plazas con porterías improvisadas, las ligas entre barrios y los trofeos de las fiestas patronales como máximo galardón. La Champions de la calle ahorraría quebraderos de cabeza a nuestros políticos y gestores del fútbol base. La autogestión y la autenticidad del juego harán el resto. Estoy seguro de que tendríamos jugadores más hábiles, más técnicos, menos rígidos y más naturales y sobre todo más callejeros. Cualquiera que haya jugado al fútbol en la calle sabrá de lo que hablo.

Claro que un campo de hierba artificial y buena luz garantiza confort y seguridad en los crudos dias de invierno pero...quizá tanto campo artificial, tanta bota de colorines y tanto tatuaje, no estén haciendo mucho por este deporte y por la esencia del mismo que ahora más que nunca algunos echamos de menos.

Lleva a tu hijo a una escuela de fútbol y paga si puedes la cuota, la ropa y pronto las instalaciones también. Apunta a tu hijo a un club asfixiado por las deudas y ahogado por la retirada de las subvenciones públicas.
En una sociedad  en la que los ricos son más ricos y los pobres además de muchos son más pobres también, el resto navegamos todavía como privilegiados de esa clase media en peligro de extinción.  
El fútbol no es ajeno a todo esto y podría parecer exagerado pero no está lejos el día del pagar por jugar en el fútbol base.

                                         Algún dia alguien dijo: Dame once callejeros...





1 comentario:

  1. Manel, yo que soy de tu generación apoyo tus comentarios. En mi parroquia, Perlío, tenemos un campo de hierba artificial al que acuden muchos chavales del Perlío y de otros equipos. De ahí salen jugadores estupendos pero no recuerdo ahora el último que llegase a profesional. En los años setenta de los campeiros y las calles salieron jugadores como Castro, Nando, Camilo y muchos otros, cito a estos porque crecí viéndoles jugar. Ahora con más medios se juega menos y con menor calidad a mi modo de ver. En Perlío enfrente al Casino tenemos una pista que ni se utiliza para el deporte, los niños prefieren jugar en la Plaza Verde donde ni hay sitio entre el parque infantil, los taxis y las terrazas donde los padres tomamos algo mientras los peques golpean una pelota, a veces de reglamento, y ni pueden ellos jugar ni el resto de personas pueden estar a gusto esquivando balonazos.
    Para mí está claro lo que pasa, ahora los papás bajan al parque con los niños porque no hay zonas amplias de juego sin peligros. No hay Batallones, campo de la vía, Bertón etc donde se puedan dar balonazos a esgalla. Por otra parte los papás, y abuelos aún jóvenes, tampoco se implican y no promueven, por ejemplo, pachangas algo organizadas ente los peques como a veces veo en la Plaza del Inferniño en Ferrol, se limitan a pasar el rato "parolando".
    El otro día una imagen me conmovió, tres chavales han recuperado un campeiro al lado de la piscina de Fene que desde que está el campo de hierba artificial se había abandonado y lo hacen para pachangas entre ellos. A mí se me pasó por al cabeza que con pocos recursos y sin cuotas se podría formar un equipo partiendo desde cero A lo mejor se les ocurre. Ya sé que hay que pagar dinero por fichas y arbitrajes y el material Yo formé parte de equipos improvisados en mi niñez y después jugué en el Y de la Graña, y después en otros equipos, al que recuerdo que iba en autobús yo solo a las ocho de la mañana los domingos, a veces con lluvía y mucho frío a jugar en un lameiral. Ahora se lo damos todo en bandeja y los resultados son fustrantes como dices. Otro capítulo es el abandono del deporte escolar. Y así podríamos seguir. Creo que de esto se sale, modelos de éxito aparte como el Galicia de Caranza, con la acción de los padres colaborando de verdad en las directivas de los clubes y haciendo que el tiempo de ocio y juegos no se quede, si es posible, en un pasar el rato en los parques. Hay campeiros recuperables como el ejemplo que puse y casi sin coste aparte del tiempo y a lo mejor el uso de alguna herramienta. Las pistas deportivas de Fene están casi siempre vacías (en Fonte do Campo algunos rapaces veo pero si algún papá los motivase sería lo mejor). Otro toque de atención es a los Concellos que se gastan mucho presupuesto en eventos de un día a bombo y platillo. En Fene tennmos el Día do Deporte na Rúa en la que se llena una venida de artilugios varios donde los niños juegan dos horas un domingo y los papás, algunos fumando, ente ellos. Me parece, sin tener datos concretos del coste, mucho dinero para poco rendimiento. Me imagino que con ese dinero se podrían hacer unos juegos anuales entre equipos de las asociaciones de Fene, tipo las olimpiadas que hacían en los ochenta aquí en Fene.
    En fin, a lo mejor el regreso de la precariedad lo que hace es que nos movilicemos con nuestros niños y les hagamos disfrutar, al paso que los educamos en la convivencia y la sana competición.

    Saludos

    César Castro

    César C.

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