Pitorreo, cachondeo, teatro, farsa, todo menos lo que se espera de unos responsables del deporte gallego, en este caso del fútbol base. Cualquier persona ajena a la situación que en los últimos días contemple lo ocurrido, debe estar alucinando igual que lo estoy yo todavía. La cosa viene de viejo parece ser pero el hecho cierto es que la FGF emite el pasado domingo un comunicado (verlo aqui) por el que se paralizaban todas las actividades futbolísticas en las categorías desde prebenjamín a cadete. A partir de ahí se desatan una serie de hechos que pasan a ocupar las portadas de los medios informativos, webs y redes sociales. Hechos que que dejan en todo caso una imagen lamentable de unos estamentos políticos y federativos que dan la impresión de no atender más que a su conveniencia y a la de las personas que los regentan.
Ahora quiero dirigirme desde aquí a los máximos responsables de todo esto, los Srs, Lete y Liñares para preguntarles por su opinión acerca de que pensarán de todo esto esos 30.000 o 50.000 niños (la cifra depende de quien la dé) que salen cada día de su casa con la mochila llena de ilusión para practicar el deporte que más les gusta y que no entienden de pólizas, plazos y ententes varios que tan solo sirven para disculparse o inculpar de paso al de enfrente. Seguramente esta no será su mayor preocupación, de lo contrario nada de esto hubiese ocurrido.
No nos interesa su batalla de poder, el deporte en general y el fútbol en particular están muy por encima de ustedes. Quizás el mal de alturas les impida ver la llanura. Tampoco nos importa quién será el ganador, porque ninguna batalla vale la ilusión de un niño.
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